Las obras subterráneas, como túneles o pasos soterrados, requieren maquinaria especializada que garantice la seguridad, el rendimiento y el cumplimiento de plazos. Elegir los equipos adecuados desde la fase de planificación es fundamental para evitar retrasos, reducir costes y trabajar con mayor eficiencia.
Las obras subterráneas suponen uno de los mayores retos dentro del ámbito de la construcción. Frente a otras tipologías, requieren un alto grado de especialización, una planificación minuciosa y una maquinaria adaptada tanto a la morfología del terreno como a las condiciones de trabajo bajo superficie. La elección de los equipos adecuados no solo incide directamente en la eficiencia de los trabajos, sino también en la seguridad y en el cumplimiento de los plazos de ejecución.
En función del tipo de túnel, del terreno a atravesar y del sistema constructivo elegido, las máquinas que intervienen en la excavación pueden variar. Sin embargo, existen una serie de equipos fundamentales que forman parte del núcleo de cualquier obra subterránea:
- Tuneladoras (TBM): diseñadas para excavar de forma continua y con gran precisión, especialmente útiles en entornos urbanos o cuando se requiere minimizar las alteraciones en superficie. Su configuración puede variar (escudo cerrado, abierto, EPB…), adaptándose al terreno.
- Jumbos de perforación: empleados en el método tradicional de perforación y voladura. Estas máquinas permiten una perforación sistemática del frente del túnel y la instalación de bulones para sostenimiento.
- Dumpers articulados y cargadoras compactas: fundamentales para la retirada del escombro y el transporte de materiales en espacios reducidos. Su maniobrabilidad y robustez las convierten en una pieza clave para mantener el ritmo de excavación.
Más allá de la excavación en sí, las obras subterráneas requieren un soporte logístico eficiente. La maquinaria auxiliar permite abastecer el frente de trabajo, trasladar materiales y personal, y realizar tareas de apoyo fundamentales:
- Grúas torre y automontantes: empleadas en la zona de acceso o superficie para izado y distribución de materiales pesados o estructuras prefabricadas.
- Montacargas y plataformas de elevación: permiten la bajada controlada de materiales o el acceso del personal técnico a niveles inferiores.
- Sistemas de izado en pozos verticales: se utilizan cuando el túnel parte de una galería profunda. Equipos como pescantes, cabrestantes o elevadores específicos garantizan el movimiento vertical seguro en zonas de difícil acceso.
Para el movimiento de materiales en obras subterráneas, el Wacker Neuson DW30 es una apuesta segura, disponible en el catálogo de Moicano Rent. Compacto, potente y con capacidad para 3 toneladas, ofrece tracción integral, dirección hidrostática y gran estabilidad incluso en pendientes. Su tolva giratoria u opción para hormigón lo hacen muy versátil, y sus sistemas de seguridad avanzados garantizan una operación fiable en espacios reducidos.
El uso de maquinaria en obra subterránea suele ser puntual, intensivo y crítico. Por ello, el alquiler especializado es la opción preferente para muchas constructoras. Permite acceder a equipos en perfecto estado, con mantenimientos al día, adaptados a cada fase del proyecto y con un respaldo técnico inmediato.
Trabajar en túneles o en obra subterránea exige una maquinaria robusta, precisa y perfectamente adaptada a condiciones complejas. Dumpers compactos, jumbos, sistemas de ventilación o grúas de apoyo forman parte del engranaje técnico necesario para avanzar con seguridad y eficiencia.